
15 Ene Abogados negligencias médicas Barcelona: cuáles son los fallos en protocolo ictus
Conocido como derrame o infarto cerebral, el ictus es una patología grave de la que recibimos quejas por diagnóstico tardío en nuestro bufete de abogados negligencias médicas Barcelona. En la mayoría de los casos se trata de un bloqueo inesperado del flujo sanguíneo en el cerebro, pero también puede manifestarse como una rotura de una arteria o de una vena y ante su aparición, el paciente sufre un dolor de cabeza agudo e intempestivo, entumecimiento o debilidad muscular y problemas para articular palabras. También son frecuentes las alteraciones visuales y las convulsiones. Entonces, ¿por qué no siempre se ofrece un tratamiento oportuno? Muchas veces las pruebas diagnósticas son insuficientes o el análisis de los resultados no es detallado.
En el argot médico, el Código Ictus consiste en aplicar una serie de procedimientos para la detección precoz de la enfermedad y el traslado rápido del paciente a un centro sanitario con los equipos necesarios para su atención. Básicamente, es un procedimiento asistencial implementado por los primeros profesionales médicos en contacto con la persona afectada y, a partir de su evaluación, determinan la urgencia del tratamiento que se debe aplicar.
En esta primera toma de contacto, el personal paramédico o de enfermería determinará, entre otras cosas:
- Si los síntomas se presentaron de forma brusca en las últimas 24 horas.
- Si hay un déficit neurológico focal (problemas derivados de un shock cerebral)
- Si presenta debilidad o parálisis repentina de la cara, el brazo o la pierna.
- Si manifiesta confusión de un momento a otro.
- Si tiene dificultades para hablar o entender.
- Si ha perdido visión en uno o ambos ojos.
- Si su dolor de cabeza es intenso, repentino y sin causa aparente asociado a náuseas y vómitos.
- Si falta coordinación para caminar o pierde el equilibrio.
En caso de que los síntomas se hayan presentado de forma paulatina y no repentina o si ya llevara más de 24 horas de evolución, el afectado se consideraría excluido del Código Ictus. También se descartará a aquellos pacientes que presenten gran dependencia por diferentes causas o que tengan un cuadro de enfermedad terminal.
Una vez ingresado, el paciente debe someterse a analíticas de sangre para medir niveles de colesterol y azúcar, pasar por un topógrafo craneal y hacerse una resonancia magnética. En muchos casos, también es necesario contar con resultados de angiografía, ecografía, ecocardiografía y electrocardiograma que determinarán el punto de la obstrucción, el ritmo cardiaco y el flujo sanguíneo.
Como abogados expertos en negligencias médicas hemos podido constatar que cuando esta cadena de procedimientos diagnósticos falla, se pierde tiempo valioso para el restablecimiento del riego sanguíneo cerebral, paso fundamental en el tratamiento. La recuperación de las funciones motoras y la posible mitigación de efectos secundarios depende de esta primera fase del control médico. De hecho, ante la sospecha de una mala praxis, evaluamos todos los medios hospitalarios utilizados para el diagnóstico en las primeras tres horas tras la aparición de los síntomas. A partir de la cuarta hora las secuelas pueden ser irreversibles, afectando notablemente la calidad de vida del paciente.
Si crees estar ante un diagnóstico tardío de ictus o ante la omisión de pruebas diagnósticas protocolarias, cuenta con nuestra experiencia como abogados negligencias médicas Barcelona para una atención personalizada de tu caso.