
18 Abr Abogado especialista en negligencias médicas e ictus: consecuencias de una detección tardía
Un abogado especialista en negligencias médicas e ictus es muy consciente de que la asistencia sanitaria no solo debe ser adecuada y proporcionada a la dolencia que se padece sino que, en determinados casos, también debe realizarse de forma rápida. Existen ciertas enfermedades o problemas que exigen una respuesta ágil y eficaz, y un caso claro es el del ictus o accidente cerebrovascular. Desde Feliu&Sánchez queremos arrojar luz sobre esta afección para que tengas muy presentes los protocolos necesarios para su detección y cómo debes actuar si crees que se ha incurrido en una negligencia médica.
También conocido como embolia o trombosis, el ictus es una enfermedad que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. Ocurre cuando uno de esos vasos se rompe o es taponado por un coágulo u otra partícula. Debido a esta ruptura o bloqueo, parte del cerebro no consigue el flujo de sangre, oxígeno y glucosa que necesita. La consecuencia es que las células nerviosas del área del cerebro afectada no pueden funcionar y mueren transcurridos unos minutos.
En el tratamiento de un ictus isquémico se distinguen dos fases diferenciadas. En un primer momento, el objetivo fundamental es restablecer el flujo sanguíneo cuanto antes, para conseguir que la lesión cerebral tenga el mínimo impacto posible. En segundo lugar, la meta es evitar que el paciente vuelva a tener ictus, con lo que se administra un tratamiento preventivo ajustado a la causa del accidente cerebrovascular.
En Feliu&Sánchez Advocats, nuestro abogado especialista en negligencias médicas e ictus es bien conocedor de que este mal es uno de los motivos más frecuentes de asistencia neurológica urgente, además de representar una de las primeras causas de muerte e invalidez en la edad adulta. Según el Instituto Nacional de Estadística, esta enfermedad es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres, además de ser la primera causa de incapacidad en España. Así, un elevado porcentaje de los pacientes que han sufrido un ictus queda con secuelas incapacitantes (parálisis, trastornos del habla, inestabilidad, etc.), lo que determina que entre un 35% y un 45% de los supervivientes necesitan ayuda para llevar a cabo las actividades cotidianas.
Durante las primeras horas del ictus el tiempo es crucial ya que, de media, cada minuto que pasa mueren dos millones de neuronas. Por eso, los tratamientos que permiten recuperar el flujo sanguíneo se deben realizar lo antes posible. Una asistencia sanitaria correcta debe comprender una detección temprana, para establecer un tratamiento urgente que evite el deterioro neurológico y lesiones irreversibles con secuelas limitantes. Aunque los centros sanitarios y los servicios de emergencias tienen protocolos en los que se definen los procedimientos y los tiempos en los que debe actuarse, es una realidad que no siempre se procede con la agilidad debida. Ahí es donde entra un abogado especialista en negligencias médicas e ictus, para analizar si la actuación sanitaria ha sido adecuada y si se han respetado estos procedimientos.
En casi dos décadas de ejercicio profesional, desde Feliu&Sánchez Advocats hemos ido constatando que la saturación de los servicios de urgencias o la falta de especialización de los profesionales provoca en ocasiones retrasos en la detección del ictus, con fatales consecuencias para el paciente. Consúltanos si crees que has sufrido una negligencia médica relacionada con un tratamiento incorrecto o un retraso en tu diagnóstico y nos encargaremos de tu caso con la máxima celeridad.